Fuente: Novice Watering Know-how Culture Sheet. American Orchid Society (http://www.aos.org/orchids/culture-sheets/novice-watering-know-how.aspx).
Traducido y editado por la Associació d'Amics de les Orquídies de Burjassot (AOB).
La causa más frecuente de muerte entre las orquídeas cultivadas es su riego incorrecto. Hay dos factores importantes a tener en cuenta para realizar un riego adecuado: cuándo y cómo.
La gran mayoría de las orquídeas en manos de aficionados descienden de plantas cuyo hábitat natural eran las ramas de los árboles, esto es, crecían a una cierta altura del suelo. Esas plantas (epifitas) estaban adaptadas a tener sus raíces expuestas a la luz y al aire, por lo que, además de agua, las raíces de las orquídeas necesitan aire.
¿Cuándo debo regar?
Las orquídeas deben regarse justo cuando su sustrato comienza a secarse. Esta regla se aplica a todas las orquídeas con ligeras variaciones, que dependen básicamente de si la planta tiene la capacidad de almacenar agua o no. En el caso de orquídeas como las cattleyas y las oncidiums, el sustrato debe dejarse secar completamente entre riegos, mientras que otras orquídeas como las phalaenopsis y las paphiopedilums, que no tienen órganos de almacenamiento de agua (pseudobulbos o cañas), deben regarse antes de que se produzca la sequedad del sustrato.
No hay fórmulas mágicas que indiquen la frecuencia de riego. Esto se debe a que el lugar en que cada aficionado cultiva sus orquídeas es diferente y particular, y sus condiciones van variando con el tiempo: La temperatura, la humedad ambiental, el movimiento del aire, el sustrato (tipo y edad) y los niveles de luz, son todos factores que influyen.
Hay varias formas de determinar cuándo una orquídea necesita agua:
Es mejor regar la planta por la mañana para que no quede demasiado mojada durante la noche. En el caso de las phalaenopsis, si queda agua en la corona (donde las hojas se unen en el centro), es conveniente secarla con una toalla de papel para evitar su pudrición.
Se debe regar con más frecuencia cuando las temperaturas aumentan y/o la humedad ambiental se reduce y disminuir el riego cuando las temperaturas descienden y/o la humedad ambiental se incrementa. Hay que tener, además, en cuenta que cerca de las ventanas la temperatura suele ser algo mayor (en verano, por ejemplo) o menor (en invierno) que la temperatura general de una casa o habitación. Por otra parte, se debe evitar tener la planta en la línea directa de un radiador o de la salida del aire acondicionado.
¿Cómo debo regar?
Las orquídeas deben regarse copiosamente. Lo ideal es colocar la planta en el fregadero y dejar que el agua corra libremente por los orificios de drenaje durante al menos 15 segundos. Sin embargo, esto sólo es aconsejable si el agua corriente de que se dispone es de baja salinidad y está libre de cloro.
El cloro puede eliminarse del agua dejándola reposar en un recipiente abierto durante 24 horas. Las sales (como la cal, por ejemplo), sólo pueden eliminarse por procedimientos más complejos, como la ósmosis inversa. Si no se dispone de un aparato de ósmosis, la alternativa es el uso de agua embotellada de mineralización muy débil. También puede emplearse el agua que generan los aparatos de aire acondicionado. En estos casos, además, el riego suele hacerse por inmersión, situando la maceta durante unos 10 minutos dentro del agua, con el fin de no malgastar ésta.
Una vez regada, hay que dejar que la planta se drene por completo antes de devolverla a su lugar habitual. Esa es una buena oportunidad para examinar cómo se comporta el sustrato. Si el agua no sale rápidamente a través de los agujeros de drenaje de la maceta, el sustrato es demasiado denso y se corre el riesgo de que las raíces se pudran por falta de aireación. Si se observa material finamente dividido, como café molido, en el agua que proviene de los orificios de drenaje, puede ser debido a que el sustrato se esté descomponiendo y, por tanto, que ha llegado el momento de renovarlo.
En cuanto a las plantas montadas (por ejemplo, sobre corteza de alcornoque) y plantas cultivadas sin sustrato en cestas, es preferible pulverizar sus raíces con el agua a sumergirlas en ella. Además, dos riegos cortos con pocos minutos de diferencia son mucho más efectivos que un riego largo. Una vez que se observa gotear las raíces, éstas ya han absorbido esencialmente todo lo que pueden en ese momento, y el exceso de agua simplemente se escurre sin ningún aprovechamiento. Lo mejor es regar las plantas hasta que se aprecia el goteo y luego, unos minutos más tarde, volver a regarlas, comenzando siempre por la primera planta que se regó. Esto permite que las raíces de la última planta regada terminen de absorber el agua antes de humedecerlas nuevamente.
"Húmedo, pero no empapado"
Aunque es el consejo que se da más comúnmente sobre el riego, es el menos fácil de explicar. Pero, debido a que la mayoría de las plantas se cultivan en macetas, un buen diagnóstico es el peso de la planta: pesada, no necesita riego; ligera, requiere agua. Con un poco de práctica, uno puede estimar con suficiente precisión la cantidad de agua que queda en el recipiente.
Después de regar las plantas, deben colocarse de manera que la maceta no entre en contacto con agua encharcada. Una buena idea es colocarlas en bandejas o platos con agua, pero sobre grava o guijarros, de manera que las piedras sobresalen de la línea del agua y ésta no toca las macetas. Esto aumenta la humedad ambiental en torno a la planta y permite la circulación del aire por debajo de la maceta.
El exceso de riego lleva a la muerte a más orquídeas que la falta de riego. Si las raíces se mantienen constantemente mojadas lo más probable es que se pudran, lo que deja a la planta sin medios para absorber muchos de los nutrientes que necesita. Esto hace que las hojas se caigan y, finalmente, conduce a la muerte de la planta. El consejo clásico es regar el día antes de que el sustrato se seque por completo. Si no se está seguro, siempre es mejor esperar un día más.
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